Hugh Jackman se despide de la franquicia de X-Men con una excelente película. Si contamos dos cameos, la película Logan es la novena y última vez que Jackman interpreta a Wolverine. Hasta ahora es el actor que más veces ha interpretado a un personaje de comics, con Robert Downey Jr. siguiéndole de cerca los pasos.
Tras el éxito de Deadpool (2016), se anunció que Logan tendría un calificativo R (mayores de 18). Esto trae ciertas ventajas. Por ejemplo, los realizadores pueden usar la cantidad de lisuras que quieran y se puede mostrar la cantidad de sangre necesaria para lograr el efecto deseado en la película. No es que sea absolutamente necesario que una película con Wolverine sea gráfica en su violencia, pues en una de mis secuencias favoritas de la franquicia, en X2 (2003), vemos a Wolverine matando varios mercenarios mientras defiende la escuela del profesor Xavier con acción emocionante y sin mostrar nada de sangre. Sin embargo, la historia de Logan es más cruda y la libertad en el lenguaje y violencia permiten mostrar al personaje en su punto más bajo y, al mismo tiempo, los realizadores se pudieron dar el lujo de mostrarnos por primera vez el verdadero efecto que unas garras filudas de adamantium tendrían sobre un cuerpo humano.
A pesar de cruda y violenta, me parece que la película no llega a entrar al género gore. Creo también que la calidad de la historia hace que la violencia sea tolerable y le agregue intensidad a la película. Ahí es donde entra James Mangold, director, co-guionista y autor de la historia de la película. La visión de Mangold nos permite entrar en los zapatos de Logan y entender cómo su instinto violento afecta a las personas a su alrededor y principalmente a sí mismo. La actuación de Jackman es genial como esperado.
La historia se da en el año 2029. Logan trabaja como chofer de limosina y trata de vivir una vida tranquila en un mundo donde los mutantes casi no existen más. Logan tiene cerca de 200 años, está debilitado, menos ágil y ya no sana tan rápido como antes. Logan vive con Charles Xavier, de 90 años y el mutante Caliban. Charles, uno de los mutantes más poderosos que hayan existido, tiene una enfermedad neurodegenerativa, lo cual lo hace muy peligroso. Logan tiene que administrarle una droga para evitar que tenga ataques mentales y pierda el control de sus poderes hiriendo a todos a su alrededor.
A Logan y Charles se les une una niña de 11 años llamada Laura, o X-23, con los mismos poderes que Logan y parte de un experimento que le dio también un esqueleto de adamantium con garras. Los tres personajes tienen una dinámica de abuelo-padre-hija interesante en la forma en que se relacionan e interactúan.
Escogieron muy bien a la actriz de X-23. Dafne Keen es una niña que expresa mucho con su mirada y muestra muy bien esa naturaleza animal que tiene también Logan cuando lo conocimos recién en la primera película de la franquicia hace 17 años.
Además de la buena historia, dirección y actuaciones, el sonido de la película es muy bueno. Desde el primer disparo se siente como si estuvieras en medio de la escena. El sonido le da una intensidad especial a las escenas de acción y principalmente la última batalla se beneficia de un buen sonido.
No todas las interpretaciones de personajes de comics han tenido una despedida como esta. En la gran mayoría se han cancelado sagas o se ha hecho un reboot antes que se pudiera terminar la historia, como en los casos del Spider-Man de Sam Raimi (interpretado por Tobey Maguire), el de Marc Webb (interpretado por Andrew Garfield) o el Batman de Tim Burton (interpretado por Michael Keaton). Solamente el Batman de Christopher Nolan (interpretado por Christian Bale) tuvo un verdadero final después de tres películas. Ahora Hugh Jackman se despide orgullosamente del personaje que le dio la fama y con un tremendo final. No dejen de ver Logan.
Fuente de la imagen: facebook.com/pg/TheWolverineMovie/photos/
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